“En el año 1972 Tino Lluch junto a su hermano Eduardo empezaron lo que entonces era una representación de caramelos y dulces, yendo por todos los colmados y pequeñas tiendas de entonces. Poco a poco se fueron especializando en las panaderías y pastelerías, cogiendo productos y productos fueron convirtiendo aquella representación en lo que hoy es una empresa puntera de distribución, en panadería y pastelería, algo mucho mayor de lo que nunca pudieron imaginar”
En casa siempre hemos escuchado la historia de cómo nuestro padre y abuelo llegó a crear la empresa que conocemos a día de hoy. Nos han enseñado a cuidar con amor y dedicación lo que un día solo fue proyecto e ilusión.
Han pasado los años, 50 nada más y nada menos, y las que crecimos y aprendimos de aquel Tino emprendedor e ilusionado por mejorar y cambiar las cosas, procuramos poner el mismo empeño que nos transmitió él.
Actualmente, hijas como voz de la experiencia y nietas como motor de innovación, junto con el equipo profesional con el que cuenta esta familia, trabajamos a diario para hacer frente a los tiempos que corren y hacer al pastelero, al cocinero, al artesano… su trabajo en el obrador más agradable y fácil. Así, los consumidores finales podremos seguir gozando, tanto en nuestro día a día como en ocasiones especiales, de la mejor panadería, repostería y cocina posibles.
De esta manera, procuramos ir actualizándonos y renovándonos, para adaptarnos a las demandas de un mercado de cada vez más cambiante y exigente.
Deseamos sigáis contando con nosotros para que podamos seguir creciendo juntos y acompañándonos en el día a día; ya sea para una bolsita de granillo, ya sea para una duda técnica cuando más lo necesitéis.